Introducción:
Yo empezaría con una pregunta contundente: ¿para qué sirve leer? También podríamos plantearlo en estos términos: ¿para qué sirve la literatura, qué relación tiene la literatura con mi vida, en definitiva, para qué la necesito? Y esto nos parece fundamental.
Oriana Guarino nació en Salerno, Italia, y se educó en filosofía en la Universidad La Sapienza de Roma, destacando con una tesis sobre Spinoza.
Su primera novela, “È l’uomo per me”, fue publicada en 2008 y recibió críticas positivas. Ha escrito varias obras que entrelazan filosofía, ciencia y vida cotidiana. Guarino ha sido reconocida en televisión y ha ganado premios, incluyendo el Premio Literario Internacional “Gabriele Basile” en 2021.
Su novela más reciente, “Nicole y Aline, el otro eros”, explora el eros y la experiencia femenina, y ha sido bien recibida en el mercado hispanohablante.
Por: Almudena Fuentes Puntas
Artículo publicado en: https://laalternativadigital.com/
¿Quién es Manu.AM?
Un soñador discerniente. Alguien que, por desavenencias de la vida, ha habitado espiritualmente de manera casi eterna tras los caminos de la existencia. Alguien que desde muy temprana edad arribó a la isla de Eremía. Si me preguntas sobre ese lugar, es un sitio donde no alcanza la luz por lo que tan solo hay oscuridad y no se logra ver nada, pero a dónde si llega el sonido de las olas y el olor del mar, ya que no muy lejos de allí se encuentran los mares del Iris junto con sus archipiélagos.
Por: Alfonso de la Hoz González
Regresa el coronel de Intendencia de la Armada Antonio Anasagasti por los fueros del amor y esta vez lo hace con una nueva recopilación de ciento trece relatos de diversa extensión. Si en sus anteriores libros se había especializado en el microrrelato, género popularizado entre otros por Borges y Monterroso, en esta ocasión y sin descartarlo del todo, el autor aborda algunas historias con mayor extensión. El común denominador de esta colección de cuentos es el sorprendente giro final con el que resuelve las historias, manteniendo una irónica relación con el título de las mismas.
Por: Manu.AM
Yo creo que siempre en la vida he sido un poeta. En primer lugar, estaba destinado a dirigir y administrar el negocio de mi padre: un restaurante. Ya a los 10 años mi “aita” que estaba delicado de salud me obligó a trabajar en el local los fines de semana y las vacaciones escolares para que aprendiera el oficio y lo relevara en un futuro. Y a los 16 años me emancipo notarialmente y paso a dirigir el Restaurante Achuri de Cádiz, evitando que a causa de la jubilación de mi padre cesase la actividad del establecimiento y con ello se rescindiesen los contratos de los trabajadores por causa justificada, como pasó por ejemplo con otro restaurante situado en la misma calle Plocia.
Por: TM
En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Antonio Anasagasti Valderrama.
Por: Antonio Anasagasti
El verbo aliterar aún no está admitido por la Real Academia de la Lengua Española, sin embargo están aceptados otros términos que podrían entenderse derivados de aquel, como son aliteración y aliterado.
La aliteración, etimológicamente, consistiría en la repetición de una letra o un grupo de letras en palabras próximas para producir el mismo efecto sonoro, con una clara intención expresiva.
Por Manu.AM
Escribo desde niño. Nací en el año de poca gracia y penuria de 1950 en Medina Sidonia. A los catorce años, mi familia se trasladó a Cádiz. Desde los diez años, me dio por escribir. Mi primer trabajo remunerado fue a los 16 años, en la oficina de los cines Nuevo y Maravilla, de Cádiz. Me encargaba de ingresar la recaudación del día anterior, leerme las fichas de las peliculas y de hacer breves reseñas que llevaba a Diario de Cádiz y a las emisoras de radio, para hacer la «cartelera».
Por Manu.AM
No hace mucho que David Tornay y yo somos amigos. Él es de esas personas tímidas, que no se quieren hacer notar ni destacar, pero que cuando tratas con él descubres que tiene un gran talento.
A David Tornay le gusta el dibujo, las manualidades, la música y personalmente para mí, destaca mucho en la fotografía. Hijo del conocido fotógrafo Diego Tornay, el cual retrató la vida del Cádiz de los años 60, muy particularmente en el barrio de Puntales. David, ha seguido parte del legado de su padre, donde a día de hoy colabora con ciertos medios de comunicación. Cabe también citar, que David, es quien graba y edita las entrevistas que dirige este servidor. Manu.AM.
Pero volviendo con el tema, esta entrevista no es para él, sino para el ya fallecido Diego. ¿Y por qué dirán?. Bueno, en los meses que ando tratando con David, y como ya les he ido citando, me habló que su progenitor fotografió muy extensamente la vida del gaditano a partir de los años 60, y que dispone de una gran colección de instantáneas las cuales aún ni yo he visto aún, pero me producen una gran curiosidad, así como la vida del autor Diego Tornay.
Por Paco Benitez Aguilar
El juguete viene a reflejar, casi siempre, la personalidad de quien lo posee, porque el niño selecciona de forma inconsciente ése que más le atrae, el que mejor se adapta a su forma de ser, y en el que encuentra esa compañía que, muchas veces, no son capaces de proporcionarles las personas.
Hay algunos de esos juguetes que llevan a formar parte de la propia vida de sus propietarios hasta el punto de ser inseparables y de que, entre ellos, se establezca una relación afectiva tan grande que a pesar que a uno le salgan arrugas y otro se vaya deteriorando con el paso de los años, ambos conserven intacta esa «íntima amistad», con igual intensidad que en el día que llegó a sus manos.
Cuando esa fidelidad perdura tantos años sólo puede encerrar una enorme carga de amor que no ha podido ser repartido y una soledad aliviada por algo tan simple y tan maravilloso como un osito de trapo.
Por Paco Benitez Aguilar
Octavio Publio Abderitano había roto la norma y en una reunión de patricios fue condenado, apenas sin que escucharan sus alegaciones, a sufrir el tormento de abandonar su pequeña pero acogedora villa, levantada en su juventud sobre un pequeño montículo desde el que se divisaba el mar.
Por el Norte, los perfiles nevados de la sierra coronaban la cadena montañosa que iba haciéndose menos abrupta, hasta terminar en una playa de gravas y arenisca que, en invierno, se orlaba de un cinturón de algas y restos de maderas a merced de las olas y los vientos, y que desde la primavera hasta bien entrado el otoño, servía para que los escasos habitantes del lugar hallasen el reposo o la distracción, escarbando en la arena buscando almejas o los restos escupidos por las aguas.
Francisco Benítez Aguilar
Tuve la osadía de hablar por teléfono con Jerónimo Mihura, pocos meses antes de que el cineasta y dramaturgo gaditano muriese a los 88 años en Fuenterrabía. Mi impertinente llamada era para obtener datos y algunas impresiones sobre Miguel Mihura Álvarez, que había nacido en Medina Sidonia el 28 de septiembre de 1877 y bautizado un mes después en la Iglesia Mayor de la localidad, a las 8 de la mañana, según la partida de bautismo que, entre otras cosas de los Mihura, guardo.
Por Antonio Anasagasti.
Se ha demostrado por el investigador Javier Escudero que Alonso de Quijano existió de verdad ya que en el archivo Histórico Provincial de Toledo hay un documento que certifica un negocio de permuta de terrenos efectuado por él, el 17 de junio de 1584, en el Camino del Toboso a Mota del Cuervo (Cuenca). Por lo tanto, aquel lugar de la Mancha, no era otro sino el Toboso.
Por Antonio Anasagasti.
Resulta un placer y un honor para un marino de guerra, en mi caso, presentar un libro sobre la gente más sacrificada que trabaja en la mar, como son los pescadores. Yo solamente sufrí un zafarrancho de guerra real cuando iba en el Castilla hasta el puerto de Split en la ex Yugoslavia, hoy Croacia, mientras los pescadores sufren la guerra permanente en sus pequeñas embarcaciones en un medio hostil como es el mar para sobrevivir a sus penurias. La autora en su libro nos indica que el barco es una cárcel sin barrotes donde nadie puede huir, pero yo creo que es más bien un ataúd donde se guardan los peces capturados y donde los pescadores se someten a la voluntad de la mar, cuando son llamados a sus profundidades.
Por Antonio Anasagasti.
Al terminar de leer la excelente novela de Óscar Lobato titulada” Las lágrimas de Iliria” me vino a la cabeza una frase de Marina Mayoral : “ al lector hay que darle un texto resuelto, no tus experimentos ni tus fracasos”.
Por Manu.AM
El pasado año 2023 de pura casualidad hacía justo 30 años que volvía al mundo cultural en el barrio de la Laguna de Cádiz.
Por la década de los 90 con 15 años, veía un anuncio en el portal de mi antigua casa, en Velazquez 15 donde no hacía mucho me había mudado. En el cartel rezaba que se buscaban colaboradores para una nueva revista que quería ver la luz en el barrio. Yo, no tenía experiencia, ni nada… pero me llamaba la atención, a decir verdad, no sé muy bien porqué, pero, esos años del 93 al 96 en el que marché de Cádiz para no volver hasta 20 años después, marcó totalmente mi vida.
Por Francisco Benítez Aguilar.
Durante tres días, a primero de mayo de 1850, y con el teatro lleno de un público sorprendido, actuó en Cádiz el inventor Laschoit, que anunciaba su espectáculo como 'Cuadros disolventes', con los que pasaba de las pirámides del desierto al interior de una catedral, los baños turcos o una vista nocturna de San Petersburgo, en la que deslumbraban las brillantes luces de sus paseos.