La Asociación Cultural, Artística y Literaria Foro Libre, entidad que lleva más de 29 años en funcionamiento en Cádiz y que realiza sus actividades en la sede de la Asociación de Vecinos Manuel de Falla - La Laguna, celebrará este lunes 29 de noviembre un acto con el arquitecto José María Esteban González, para hablar sobre su libro 'Mi querida piedra ostionera' dentro del ciclo 'Encuentros con escritores'.
Las plazas son limitadas hasta completar aforo, teniendo preferencia las personas que posean certificado COVID.
José María Esteban González es arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla desde 1977. Master de Arquitectura y Patrimonio por el IAPH y la USE desde 1997. Académico de número y ahora presidente de la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz, perteneciendo a la sección de Arquitectura desde 1992. Es Profesor honorífico colaborador de la Universidad de Cádiz, donde imparte clases en los Master de Patrimonio y Dirección Turística. Es miembro de muchas asociaciones culturales, destacando como vicepresidente primero en el ATENEO Literario, Artístico y Científico de Cádiz. Nació en Chiclana de la Frontera en 1953, desplazándose a vivir a Sevilla en el año 1960. Una vez obtenido el titulo estableció estudio privado en Sevilla. En 1985 consiguió plaza laboral en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Cádiz, siendo luego funcionario de carrera en la Diputación de Cádiz en 1989. Posteriormente se traslada a la Junta de Andalucía nuevamente siendo jefe del Servicio de Coordinación de la Delegación antes citada. En el año 1997 por concurso obtiene la plaza de director del Área de Infraestructuras en la Universidad de Cádiz, hasta su jubilación en 2016. A destacar sus obras universitarias como, restauración del Arco de la Rosa, el Rectorado, anexo del Valcárcel en Cádiz, González Tablas, etc. todo el Campus de Jerez, edificios de servicios de generales en Puerto Real y ampliación y Talleres de la E.P.S.A. y Enfermería y Fisioterapia en Algeciras, entre otros. Ha sido invitado por las Universidades de Sevilla, Alicante, Córdoba y Málaga para evaluaciones. Forma parte de grupos de INTERREG con expertos en Patrimonio de Londres, La Valeta, Tallin y Rochester. Ha dado conferencias en innumerables sitios sobre la cuestión Patrimonial; acción de las palomas; tratamientos del color, Historia del patrimonio etc... . Tiene muchos proyectos y obras tanto en urbanizaciones y obras de edificación civil y pública privadas y en su faceta como funcionario en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz. Vinculado a los movimientos de defensa del Patrimonio tiene una extensa labor de involucración a favor de la Protección y Conservación del Patrimonio Cultural. A destacar en Cádiz sus actuaciones en el Balneario de la Palma, el Teatro Romano, la Aduana Vieja, Torres Miradores, Valcárcel, Palacio de Mora…
Sobre “MI querida piedra ostionera”
El conglomerado en facies calcarenita zoomórfica, más popularmente conocido en la Bahía de Cádiz y zonas aledañas hasta el Estrecho de Gibraltar por “piedra ostionera”, es el material más utilizado para el urbanismo, la ingeniería y la arquitectura de esta zona. Este conglomerado de arenisca sedimentaria, que no es una roca, aunque así se le llame, es la base geológica de formación de la desembocadura del Guadalquivir y más cercanamente el Guadalete, surgida del plegamiento Alpino, desplazando un histórico estuario denominado Mar Tartessos o Mar Ligustino, según los historiadores. Motivado por dicho plegamiento y las sucesivas formaciones geomorfológicas de la zona, allá por el final de Terciario inicios del Cuaternario, se elevan zonas sumergidas llenas de moluscos y seres marinos, cuyos restos calcáreos quedan presos en el conglomerado de arenas y calizas dándole el aspecto actual. La llamamos aquí “piedra ostionera”, ya que, aunque se encuentra las valvas fosilizadas de otros moluscos, son las ostreas (ostras), las más abundantes y visibles según los cortes y canteras. También se encuentra abundantes restos de Péctenes (conchas de peregrinas y zamburiñas), Chlamys, e incluso, Balanus, Rodolitos y algas fósiles. La utilización como material de construcción, en las zonas de este ancestral estuario marino, se ha realizado desde que el hombre ha pisado estos lares. En los yacimientos arqueológicos sean del calcolítico, y por supuesto desde las épocas prehistóricas y de las colonizaciones fenicias, púnicas y romanas, los sillares y mampuestos de roca ostionera han sido extraído de las muy numerosas canteras que estaban a mano de sus habitantes. Las canteras se encontraban fundamentalmente en los acantilados playeros y en las zonas de los tómbolos emergidos siendo de muy diferentes granos y restos calcáreos de los moluscos y otros seres. Las más famosas fueron las de Sancti Petri en Chiclana de la Frontera, Punta Camarinal, La Caleta en Cádiz y otros acantilados cercanos a las playas. De hecho, los mejores edificios de Cádiz o las ciudades de la Bahía, Catedrales, iglesias, palacios, caserío culto, obra civil y militar, están construido casi íntegramente en este material. También las defensas y murallas se edificaron con roca ostionera. Las bellas y altivas defensa musulmanas, cristianas y más tarde los grandes sistemas poliorcéticas medievales de la Bahía, se construyeron con los sólidos elementos de este conglomerado. Debemos recordar que visitando los restos arqueológicos más importantes de la zona como Baelo Claudia, Carteya, el teatro romano de Cádiz, el yacimiento de Gadir, todas las tumbas de los periodos fenicios, cartagineses y romanos, se trabajaron con este valioso y próximo sustrato. . De todos estos conocimientos, el libro MI QUERIDA PIEDRA OSTIONERA, desarrollado en siete capítulos, desde la formación geológica, su extracción, características físicas, químicas, organolépticas, labra y colocación en la edificación, tratamientos epiteliales, formas de trampantojos y definición de los usos originales y actuales, pasando por los elementos más importantes en el urbanismos ingeniería y arquitectura de la zona sur de España, se despliegan en 260 páginas, con otras tantas fotos y dibujos del autor a todo color en una cuidada auto edificación. Un gran trabajo de investigación sobre el que no había nada escrito con anterioridad. Redactado en un lenguaje entre profesional y divulgativo, con un gran glosario final para ser entendido por todos