La Asociación Cultural, Artística y Literaria Foro Libre, entidad que lleva más de 31 años en funcionamiento en Cádiz y que realiza sus actividades en la sede de la Asociación de Vecinos Manuel de Falla - La Laguna, celebrará este lunes 8 de mayo, de 20:00 a 21:00 horas, un encuentro con la escritora Aida Rodríguez Agraso, para hablar de su obra y especialmente de su primera novela titulada 'Media sangre'
La gaditana Aida Rodríguez Agraso es licenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Sevilla. Trabajó durante 15 años en Diario de Cádiz, llegando a ser jefa de sección de Cultura en este rotativo.
Ganadora de una treintena de premios de narraciones, entre ellos los primeros accésits del XXXIX y el XLI Concurso Internacional de Cuentos Miguel de Unamuno, el Ciudad de Barañáin 2003, el XXXIII Concurso de Cuentos Emiliano Barral, el Relatos de Mujeres 2013, el V Concurso de Relatos Cortos Tierra de Monegros, la XXVII edición del premio de relatos ‘Puente Zuazo’ de San Fernando, el II Premio de Relato Breve de la UNED de Plasencia, el VIII Concurso de Cuentos Cortos ‘Ciudad de Palos’, el XXV “Pluma de Oro”, el premio de relatos Ateneo de Sanlúcar o el X Certamen de Cuento de la Universidad Popular de Alcorcón, así como del I Premio de Artículos Periodísticos “Federico Joly Palomino”, del Ateneo de Cádiz.
Ha publicado previamente dos libros de relatos, 'Sobre la ceniza'(Diputación de Cádiz, 2006) y 'El inexorable destino de Joao Oliveira', (2018 a editorial Cazador). Ha colaborado en numerosas revistas y catálogos y en volúmenes colectivos como 'Estrecho. Poética de la solidaridad' (Diputación de Cádiz 1999), o 'Trafalgar. Palabras y visiones (Diputación de Cádiz, 2005)'. Es miembro del Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz.
Media Sangre es una novela breve, llena de una enérgica serenidad, encarnada en un microcosmos de personajes extremos en el que una niña se transforma en mujer de la mano de un adolescente.
La obra nos transporta a una imaginaria calle de un barrio obrero de una ciudad sureña, costera, a principios de los años 80 del siglo XX. Una calle mítica donde convive un vecindario heterogéneo unido por el dueño de un ultramarinos con bar incorporado en el que podía suceder cualquier cosa, por muy disparatada que pudiera parecer. Una calle y un barrio donde la vía del tren hace las veces de frontera. En esa atmósfera conviven sin conocerse Cristo y Marina, un adolescente y una niña, ambos sin padre, de media sangre, a los que el peligro que los rodea une para siempre. Dos supervivientes en un mundo lleno de seres que, como ellos, conviven con sus propias tragedias y saben reírse de su cotidianidad
Esther Puisac, periodista y escritora de Huesca dice del libro: "Qué alivio, qué reconfortante es darte cuenta de que el lenguaje puede describir sentimientos tan complejos que a veces se hacen un nudo y no pueden pasar por las cuerdas vocales.” "Media sangre huele a calle, a costo, a mar, a sobaco, a tren de ida y vuelta, a jacaranda, a pis, a suavizante en ropa tendida, a industria, a cerveza, a pan por la mañana, a fritanga. Las páginas llevan el olor de Cádiz y su lenguaje es como el de las chirigotas. Ironía, hipérbole, caricia y látigo. Palabras propias y comunes para explicar al mundo quién es Marina y dónde está.
Una vida de barrio que lleva existiendo desde que los homos y las human sapiens nos juntamos para vivir en vecindario. Y no tengo muy claro si lo estamos perdiendo. Lo mejor y lo peor del ser humano están por igual y en espejo. “