Por Manu. AM.
El escritor argentino Jorge Luis Borges escribía
“Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan los sitios, sino los tiempos.”
Es cierto, reconozco que me he rodeado recientemente de fotos y publicaciones de mi juventud y extraño aquellos tiempos y a aquellas personas que por entonces me arroparon.
Muchas veces pensé en crear una web donde subir y registrar las publicaciones de las que ahora dispongo, y recordar la memoria de los que ya no están y de lo que una vez se hizo, pero nunca lo llevé a cabo. Ahora, que formo parte de Foro libre se me abre la posibilidad de hablar de esa época de mi vida y del mundo cultural que surgió en el barrio de la Laguna en la década de los 90.
El pasado año 2023 de pura casualidad hacía justo 30 años que volvía al mundo cultural en el barrio de la Laguna de Cádiz.
Por la década de los 90 con 15 años, veía un anuncio en el portal de mi antigua casa, en Velazquez 15 donde no hacía mucho me había mudado. En el cartel rezaba que se buscaban colaboradores para una nueva revista que quería ver la luz en el barrio. Yo, no tenía experiencia, ni nada… pero me llamaba la atención, a decir verdad, no sé muy bien porqué, pero, esos años del 93 al 96 en el que marché de Cádiz para no volver hasta 20 años después, marcó totalmente mi vida.
Mi ingenuidad me llevó a tomar un café una tarde del verano del 93 con aquel grupo de vecinos, que con ciertos conocimientos de informática unos y espíritu divulgativo y colaborativos otros, se animaban a crear, lo que creo fue la primera revista de este barrio, que además era gratuita y se financiaba con la publicidad de los negocios de ese entonces.
En aquel momento el grupo lo formaba su director Paco Palomo, un humanista de su tiempo. En la redacción Manolo J.Tey y Jesús Delgado, la maquetación Paco Flores y Aurelio González y otros tantos miembros como Jannette García, Julio García, Isabel C. Marín, Julio Videras y un servidor, Manu.AM.
La revista se hizo con mucho mimo y cariño y la inversión fue cara para su impresión, solo hay que ver la calidad de las primeras ediciones, papel satinado impreso a dos colores y grapado, con unas dimensiones A3 que con dos hojas se quedaba en 8 páginas. En este formato tan solo se editaron tres números, del 0 al 2 ya que era una propuesta cara.
Para el numero tres se recortó presupuesto. El papel dejó de ser satinado, y pasó al blanco y negro aunque la portada y la contraportada era en una hoja a color, también se mantuvo el grapado.
Tras este cuarto ejemplar y por causas que desconozco o he olvidado, la revista se cerraba y dejaba de existir, al menos con la dirección actual, ya que unos meses después la retomaba Aurelio Gonzalez Ramos, bautizándola como "El nuevo moscardón de la Laguna"
Una revista que tomaba una nueva línea editorial, más dinámica y más joven. Para este nuevo numero por motivos económicos, recordemos que era una revista gratuita; aunque se imprimía en el A3, las hojas eran de papel normal, en blanco y negro y sin grapar.
Desgraciadamente esta nueva revista duró también poco y solo tuvo dos ejemplares. Probablemente cerró por el desinterés de los vecinos y los anunciantes. No olviden que yo era tan solo un adolescente que aunque un tanto responsable para mi edad, no dejaba de ser un joven que iba a pasarlo bien. Lastimosamente no he podido ponerme en contacto con Aurelio González para que me diera los motivos reales de lo que allí pasó. En resumidas cuentas, la publicación acabó con seis números acabados de Agosto del 93 a Febrero del 95.
En los años que duró la revista nos podemos hacer eco de algunas noticias que se fueron sucediendo en el barrio y en el pensar de aquella época.
En el número 0 por ejemplo se menciona el contratiempo de las nuevas pasarelas y los túneles para el tráfico rodado.
Arturo Prada presidente de la AVV también colaboraba dando la enhorabuena por el proyecto realizado e invitando a participar a los vecinos.
En aquel número se hablaba entre otras cosas, del pensamiento humanista, de los juegos de rol, de los ordenadores de 8 y 16 bits y de los nuevos procesadores que salían al mercado, los Pentium.
Para el numero uno, algunos vecinos ya se animaban a participar y a dejar sus opiniones al respecto. Algunos se quejaban del estado de las aceras, otros de la delincuencia y la asociación Inipros nos hablaba de los problemas que habían por aquel entonces con las drogas.
También destaco la participación de Antonio Rodriguez Lorca el cual enviaba este poema.
Para el numero dos se trataba el posible desalojo de la escuela infantil Villa Magdalena, la asociación cultural Andalucía ahora empezaba a anunciarse, los vecinos seguian denunciando la insalubridad en las calles, Antonio Rodriguez Morales, hijo de Antonio Lorca, abría un espacio a la cultura y nos presentaba al escritor Manuel Rogelio Aparicio Franco y la AVV se quejaba de las barreras arquitectónicas.
Para el numero tres, el evento del mes, la tienda de moda Vanguardia, colaboraba con el APA Manuel de Falla para la recaudación de fondos del viaje de fin de curso de los alumnos de 8º de EGB, organizando un pase de modelos, en el que participaban tanto padres como alumnos y con el que lograron recaudar cien mil pesetas, unos seiscientos euros actuales al cambio.
También es destacable el apoyo Tanto la AVV como de la revista apoyando la causa de la escuela infantil Villa Magdalena. Se le hacía la primera entrevista al presidente de la nueva asociación de comerciantes, Alfonso Díaz Camacho. Finalmente destacaría el apoyo a una familia desahuciada.
Para el numero cuatro Inipros seguía con su campaña contra las drogas, el APA nos hablaba del problema de la gratuidad de los libros de texto, se le hacía una entrevista a Esteban Conde Valverde uno de los responsables de las fiestas organizadas en la comunidad de vecinos de "Los Bruzones". Se añadía una sección de parapsicología de manos de Mº Carmen Muñoz que pertenecía a la revista grupo 7. Por aquel entonces también era popular la propuesta de abrir una plaza de toros multiusos en el barrio, entre otros temas.
Para la publicación numero cinco y final, la redacción pedía la colaboración de los vecinos para con la revista, Inipros seguía con su campaña de información. La AVV pedía que las cabalgatas de carnaval se retomaran de nuevo desde el estadio y no desde Ingeniero de la cierva. Se entrevistaba al ilustre Antonio Rodriguez Lorca. También se hablaba de la cultura que proliferaba en el barrio pero a la vez de la falta de medios como bibliotecas. El evento del barrio recayó en la fiesta del 28 de Enero en la Plaza de la Reina Sofía "Concurso de animales domésticos". También se habló de la liga, de la juventud de aquel momento entre otros temas.
Después de 30 años soy yo, el que pone una nota en la AVV de la Laguna para la presentación de mi libro “Mil perdones a la constancia” y me reencuentro con Paquita Ruíz Figueroa y más adelante lo haría con Manolo Camacho miembros de dicha asociación vecinal. Ellos me transportan en mis pensamientos a la década de los 90 y me hacen recordar cuando un grupo de jóvenes pululábamos por los alrededores, entre el centro cultural el Bidón y la AVV. para pasar el tiempo. Recuerdo perfectamente cuando apareció una pareja joven de adultos, a los que le tomamos mucho cariño por aquel entonces, Mercedes y Fernando, vecinos del barrio que entraron a formar parte de la AVV por aquellas fechas. Arturo Prada dejaba la presidencia para que la tomara Ramón formándose la triada perfecta que nos dio alas a formar la asociación juvenil de la Laguna ofreciéndonos un espacio en sus instalaciones.
Lo de ser asociación juvenil, se convirtió en una excusa para ver televisión al resguardo, jugar y porque no decirlo hacer el cafre más de una vez sin la supervisión de un adulto. Aunque, la verdad, el que confiaran en nosotros y nos dieran una llave del local nos hacía sentirnos mayores y responsables.
No todo lo que hacíamos allí era perder el tiempo, también hubo espacio para ensayos de carnaval por las tardes, con las comparsas femeninas de mi gran amigo Ignacio Lapaz Nuñez “El bola”
Las quedadas de la nueva deriva del Moscardón de la Laguna, que lo retomó Aurelio Gonzalez Ramos, Manolo Tey, Antonio Rodríguez (Hijo de Antonio Rodriguez Lorca, fundador de Tántalo) y un servidor, también se hicieron ahí.
Los chicos jugaban al rol y a juegos de mesa y los jóvenes de más edad montaban sus instrumentos para ensayar Rock and Roll, pero lo que de verdad se estilaba en aquellos momentos era el heavy metal.
Con la revista del moscardón de aficioné a la fotografía y ello me valió para publicar algunas en ese medio. La AVV también confió en mi para realizarlas en ciertos eventos, fiestas del barrio y conferencias.
En estas fotos que realicé podemos ver algunos encuentros con políticos. y algunos miembros de la AVV como Fernando y su hija Elena, Ramón, Antonio Rodriguez, Arturo Prada y Paquita, entre otros.
Diría que la Laguna también se caracterizó en aquellas fechas por el numero de fiestas que se realizaban.
Culturalmente también destacaron el numero de exposiciones, conciertos y espectáculos que se realizaron en el centro cultural el Bidón. No puedo olvidarme de los conserjes de entonces, Manolo y José con los que forjé una muy buena amistad.
Tras la desaparición de la revista "El nuevo moscardón de la Laguna" tal vez, por el auge cultural que se estaba dando en el barrio, la formación de la asociación de comerciantes, etc, etc, apareció por las puertas de la AVV un periodista del aquel entonces "Cádiz información" con la intención de montar un suplemento que se llamaría "La Laguna información." y con los que colaboré con algunas fotografías. Dichos suplementos ya no los tengo, pero con ello queda constancia de la importancia que tuvo el barrio por aquel entonces.
Con la llegada de Antonio Lorca a la AVV se abrió para mi nuevos referentes culturales. Él ya me conocía por su hijo, Antonio Rodriguez y sabía de mi afición a la fotografía. Recuerdo que el sol se estaba poniendo, y en las escaleras de la puerta de esa entidad se acercó a charlar conmigo sobre la creación del grupo cultural Tántalo. Me propuso poder asistir a sus conferencias y poder participar en la revista haciendo fotos, cosa que para mi, por mi juventud era un orgullo.
Antonio Lorca atrajo a un gran grupo de jóvenes a la escena cultural. Recuerdo la formación de un nuevo grupo de teatro de gente joven. Si no recuerdo mal, creo que se llamaba "Unicornio" los cuales también empezaron a editar una revista cultural.
En la fotografía de arriba podemos ver algunos de sus componentes.
Era frecuente ver a los integrantes de las asociaciones culturales reunirse para conversar y tomar café en "El Cantábrico" u otras cafeterías del barrio como el Picasso, y ejercer sus actividades en lugares como el salón de la caja San Fernando.
Por aquel entonces para mi era familiar oír hablar sobre la asociación filatélica del cual era integrante Paco Benítez, u asociaciones como Andalucía ahora o Foro libre.
Como anécdota divertida, os vuelvo a recordar que yo, por aquel entonces, no era más que un joven al que le gustaba colaborar y participar de los eventos y sacar fotografías pero le ponía la atención justa y necesaria, con esto quiero decir que con otros jóvenes como mi amigo Ignacio Lapaz Nuñez, y a veces con el hijo de Antonio Lorca, en las reuniones de Tántalo nos daban la responsabilidad de cobrar las cuotas a los socios, eso suponía que nos ponían en la mesa del final del oratorio, con lo cual, fácilmente nos dejábamos llevar por las bromas. No quiero que me malinterpreten con esto, pero alguna vez se escapaban desde el fondo algunas risas contenidas tras un poemario, un repique de palmas que acompañaban otros muchos asistentes al salón tras la finalización de alguna ponencia... un par de veces o tres salimos al escenario para cantar algún cuplé que se inventaba "El bola" pero especialmente divertido fue cantar para el salón un himno que nos habíamos inventado porque nos hacíamos llamar los "Ultra Tántalo" Y no pasaba nada, porque también había tiempo para echar unas risas y pasarlo bien.
Treinta años después, y volviendo a la escena cultural de la mano de Foro libre y Antonio Anasagasti, no puedo más que rendir un homenaje a todas esas personas que marcaron una parte tan importante de mi vida e hicieron del barrio y de Cádiz un lugar mejor. También desde aquí quiero animar a las personas a que se vuelvan a reunir a que socialicen más, a que retomen los libros, la pintura, la música, a que sientan el calor de lo humano, a que participen y expongan sus talentos y que no los compartan tan solo en internet, también en los barrios.
Manu.AM.