Ramón Pérez Montero es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Cádiz. Publicó su primera novela, Mi nunca dicha razón de amor, en Sevilla (editorial Castillejo, 1996). En 1998, sale a la luz la segunda, Tarde sin orillas (Algaida), finalista del Premio Internacional de Novela Luis Berenguer, y con esa misma editorial, en 2002, la que es hasta el momento su tercera obra narrativa, Princesa en la red. En la actualidad, después de haberlo hecho en diferentes institutos de Andalucía, imparte clases de Lengua Castellana y Literatura en el IES San Juan de Dios de su ciudad natal. Entre los años 1999 y 2001 escribió sus artículos de opinión en Diario de Cádiz. A partir de 2009 hasta la actualidad lo continúa haciendo para La Voz de Cádiz. En 2012 vio la luz su primer libro de poemas, La mirada inclemente. En 2016 publicó su segundo poemario, Palabra de Adán, con la editorial sevillana Renacimiento. También ha escrito un libro de investigación histórica, Crónica del desarraigo, editado por Puerta del Sol en 2014. Sus últimos libros son Eras la Noche (Libros de la Herida, Sevilla, 2020) y Relato ilustrado (Editorial Pandora, Sevilla, 2022). En 2023 publica igualmente con Libros de la Herida su hasta ahora última novela Tres días del 33.
Tres días del 33. Los días 10, 11 y 12 de enero de 1933 marcaron decisivamente el devenir de la Segunda República y de la historia de España. Fueron los conocidos como sucesos de Casas Viejas. En esta novela el autor muestra los fundamentos y engranajes de estos acontecimientos revolucionarios y su represión, sus circunstancias y contexto, sus precedentes y consecuencias, a través de las voces y hechos de una amplia y heterogénea galería de personajes históricos. Ficción vivísima y emocionante, fruto de una exhaustiva investigación y de una infrecuente y fascinante ambición literaria, Tres días del 33 construye un universo realista y mágico a la par que asombra, impregna y trasciende, desvela y alumbra. no sólo sobre lo acaecido en esta aldea gaditana, sino también sobre las complejidades y misterios de la condición humana.
"Un lenguaje magnífico, con mucha fuerza expresiva, donde se recrea el habla popular no en crudo, sino a través de la alquimia literaria, como en Valle o en Rulfo, lo cual da a la novela hondura poética y potencia verbal. Un virtuosismo cuyo mayor mérito es quizás que no se nota, sino que es de lo más natural, claro, fluido". Luis Landero.
Según Antonio Muñoz Molina:
“El origen de lo que hace un escritor suele nacer de una especie de manantial situado a mucha profundidad. Y en mi caso mi manantial tiene que ver con todo esto, con ese punto donde se encuentran la memoria y la imaginación. Esto ha alimentado una gran parte de mi trabajo y en el momento en que empecé a leer la novela de Ramón reconocí ese mundo".
"El personaje habla. Y para que el personaje hable hace falta un esfuerzo muy diferente al del estilo. Hace falta que suene una voz. No la voz del escritor, sino la voz de una persona. Y en este sentido en Tres días del 33 cada personaje tiene una voz concreta, perfecta".
"Tres días del 33 se trata de una novela que tiene aquello de lo que consiste la literatura: enseñarnos cosas sobre la vida real y ponernos en el lugar de otros. Y hacerlo, además, de una manera compasiva y con comprensión. Los personajes que hablan están siendo comprendidos. Gente que no han tenido nunca voz, que tiene voz porque se la ha puesto Ramón, porque esas voces se las has tenido que inventar Ramón, porque no están recogidas en ninguna parte".