Yo soy libre, todo lo libre que puedo.
Pío Baroja
El próximo lunes, día 30, a las 20.00 horas, en la cafetería-restaurante El Cantábrico (Avda. Cayetano del Toro, 21, Cádiz), la Asociación Cultural, Artística y Literaria FORO LIBRE celebrará un encuentro literario sobre la vida y la obra del gran novelista vasco Pío Baroja (1872-1956), con motivo del 50º aniversario de su muerte.
En Pío Baroja se nos da el novelista integral, que a esta vocación sacrifica cualquiera otra posible dispersión. Podemos considerar a Baroja como el novelista por antonomasia de la generación del 98. Fue el menos innovador de los escritores de su generación, el más próximo a la tradición galdosiana.
Es difícil hallar las notas que caracterizan el mundo de “lo barojiano”, pero indudablemente entran en ellas tres ingredientes fundamentales: el anhelo de sinceridad, el afán de independencia y el gusto por la acción. El afán de independencia está en Baroja tan arraigado como su sinceridad. Esta independencia fue realmente la que le mantuvo realmente en su inquebrantable soltería. “La cuestión es ser independiente -nos dice-. Todo menos convertirse en un animal doméstico”. Este afán de independencia y de libertad, impidió siempre a Baroja enrolarse a algún movimiento, afiliarse a un partido o adherirse a alguna ideología.
Lo admirable, lo prodigioso de Baroja es la narración, el desfile pintoresco y entrañable de tipos humanos que se afanan, se agitan, sufren, ríen, viven y mueren en millares de páginas llenas de sinceridad, animación y gracia, de agudeza, invención y humor. Esto es lo que pervive y vivirá por los siglos.
Entre los títulos más relevantes de su novelas se cuentan: El mayorazgo de Labraz, Zalacaín el aventurero, Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox, Camino de perfección, La busca, Mala hierba, Aurora roja, El árbol de la ciencia, El mundo es ansí y Las inquietudes de Santhi Andía.